giovedì 14 marzo 2013

HABEMUS PAPAM


(Por Nury Arcia)


HABEMUS PAPAM ("¡Tenemos Papa!") son las palabras en latín con que el Cardenal Protodiácono de la iglesia católica informa que un nuevo Pontífice ha sido elegido. El humo blanco, combustión producida por medio de un estufa instalada en la Capilla Sixtina de la santa sede en Roma, es la señal que precede a este comunicado y por el cual los cardenales, reunidos en cónclave, proclaman al mundo exterior la exitosa elección del nuevo Papa. Del mismo modo, el humo negro es el medio convencional por el cual se reportan los resultados de un sondeo sin éxito y un tercer evento, el humo amarillo, que no tiene ningún significado específico, pero es un medio para verificar, en un primer momento, que la estufa no produzca emisiones de humos que puedan ser malinterpretadas.


La Capilla Sixtina (foto publicada en el L´Osservatore Romano)





El significado religioso del cónclave papal es parte de un proceso electoral que se ha efectuado por  alrededor de más de 1000 años y en los últimos 952, se han celebrado 107 consistorios, con un promedio de uno cada 8,89 años, según el gráfico elaborado y publicado por el articulista  Philip Bump en The Atlantic Wire. Pero a partir del 1500, la frecuencia de este evento se ha dilatado considerablemente, en los últimos dos siglos, la duración media de un cónclave nunca ha superado los cinco días. Pero es una tendencia relativamente reciente, en el pasado la situación era muy diferente. Durante siglos, la elección de un nuevo Papa podría durar meses, la Iglesia ejercía un enorme poder económico y político en Europa y los cardenales reunidos procedían como si estuvieran en una mesa de negociaciones.

Wikipedia, la enciclopedia libre en español publica:  "Desde 1059 ha habido 110 elecciones papales que han elegido Papas reconocidos como legítimos por la Iglesia católica. Anteriormente no había un proceso fijado para la sucesión papal, y los Papas eran seleccionados a menudo con la participación de laicos, o simplemente puestos en el cargo. Sin embargo, la bula In Nomine Domini, promulgada por Nicolás II en 1059, limitó el sufragio a los miembros del Colegio Cardenalicio.

A partir de 1276, las elecciones papales han tomado la forma de cónclave, que es una elección que sigue unas normas y procedimientos establecidos por primera vez en la bula Ubi periculum, promulgada en 1274 por Gregorio X durante el Segundo Concilio de Lyon, y desarrollada por bulas posteriores. La observancia del cónclave varió entre 1276 y 1294, pero desde éste último año todas las elecciones papales han seguido procedimientos relativamente similares."  


Como se puede apreciar en las estadísticas del periodista Bump, desde 1455, la duración media de un cónclave fue de 34,5 días, aunque la duración promedio fue de sólo 13. Esta diferencia se debe, en parte, a los cambios de las reglas que regulan todo el proceso electivo  y  que ha facilitado que se abrevien los tiempos necesarios para tal elección. 

El cónclave más largo de los últimos cinco siglos se remonta a 1740 donde fue elegido Benedicto XIV con una durada de seis meses. Pero no es la más problemática de las elecciones hasta el momento, en el siglo XIII tres cónclaves se prolongaron durante más de un año, incluyendo una que llevó a la elección del Papa Gregorio X y que tuvo lugar de noviembre 1268 al 1 de septiembre de 1271.

El declino del poder de la Iglesia católica y por consiguiente del poder Papal también coinciden con que los eventos sean siempre más breves. Por el momento y con la elección del Papa argentino, el primer pontífice no europeo de la historia,  Jorge Bergoglio, Francesco  ( a las 24 horas de iniciado el conclave, el humo de la tercera humareda en la chimenea fue blanco) no pasará a la historia por haber contravenido tal tendencia.


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