giovedì 2 luglio 2009

Algo más que salsa




(

Por Nury Arcia)
Siempre reflexionamos cuando afrontamos una eventualidad o por caso nos vemos envueltos en situaciones que nos trastornan o nos hacen salir de lo cotidiano, es una de las cualidades del ser humano que para llegar a nuestros propios convencimientos un momento de análisis lo precede.

Una amiga me pide que le enviara un medicamento para su hijo que está ingresado en un hospital de la Florida con problemas gastrointestinales serios y su médico le pregunta si tiene posibilidades de conseguirlo ya que este producto farmacéutico no se comercializa en los EE.UU, así que inmediatamente me llama y me pide este gran favor que yo rápidamente estoy en disposición de cumplir, no es un medicamento complicado es Motilium que ni siquiera es caro y que no tiene contraindicaciones serias.

Finalmente tengo las pastillas que le aliviarán el padecimiento a este “ragazzo” para un mes de tratamiento y me siento feliz, llamo a DHL el correo que uso para estos envíos de importancia y que deben llegar en tiempo record, hasta el momento no he tenido quejas de su servicio no sé si estarán por ahí algunas “lamentaciones” pero para mí siempre ha funcionado... y es cuando empiezan “las tribulaciones de una cubana en Italia” cuando una amable empleada me dice que para enviar medicamentos a ese país se necesita un certificado médico que explique cuál es el destino, los motivos, razones y que ese fármaco no es peligroso ni nocivo, además no lo puedo expedir a una persona sino a una institución de la salud, hospital o hacienda que tenga que ver con el asunto en cuestión.

Llamo a la América, hablo con la familia de este muchacho que espera ser curado, se resuelve lo de la dirección y finalmente logro el certificado que me da mi médico de la familia, que por cierto siempre pensé que era un invento cubano y resultó que cuando llegué a Italia ya este sistema de salud funcionaba aquí de hace algún tiempo y bastante bien, claro con sus pro y sus contra, pero más o menos como en Cuba.

Hago el envío de las píldoras que tanto esperan con ansia, hablo con mi amiga y le digo que en dos días llegan al hospital y después de todo este stress respiro, finalmente tendrán el medicamento que ayudará a este paciente a estar mejor, y ahí corre mi mente, pienso y me digo cuanto es importante para una persona la salud y tener las posibilidades de ser curado en caso contrario. En Italia hay un sistema de sanidad que podemos decir aceptable, no debes pagar cifras exageradas por una operación quirúrgica necesaria, claro se excluyen las cirugías estéticas ( bueno con los impuestos y otros tributos que pagamos considerados los más altos de Europa..."del lobo aunque sea un pelo") ciertas medicinas como los antibióticos son gratis siempre y cuando sean prescriptos por tu médico, entre otras ventajas, los famosos controles para la prevención del cáncer de mamas y útero es un servicio que se lleva a cabo cada tres años de la misma manera que en Cuba se realizan y si una familia es considerada de "bajos ingresos" recibe el beneficio de la asistencia médica gratuita absoluta y no tiene que sacar un euro de sus bolsillos para recibir tal asistencia.

Desde que vivo en este país nunca me he sentido desamparada en lo que a la salud se refiere , los problemas para integrarse en la sociedad italiana son otros de los que no hablaré pues no viene al caso. Así que como la mente tiene alas terminé en la Cuba actual y la posibilidad de "los cambios", no quiero hacer de esto una polémica con nadie, ni con los de izquierda ni con la derecha, es una reflexión de una cubana que vive fuera de su país, que su familia se encuentra dentro de Cuba incluso mi hijo, que sólo viene a sus cursos universitarios y regresa a su patria a “coger un aire” lo más rápido posible pues es un cubanazo de “arroz con frijoles negros y yuca con mojo”y a quien sólo el amor maternal y mis constantes súplicas lo hace alejarse de nuestra tierra por algunos períodos.

Se necesitan cambios democráticos, de eso estoy más que convencida, no es posible andar adelante con un gobierno organizado en un poder absoluto que por demás ya no tiene nada que ofrecernos, pero.... siempre hay un pero, y no quiero entrar en la discusión de las libertades personales y la importancia que tiene para el individuo, lo que pienso y digo “sin pelos en la lengua” es una demostración de lo importante que es para el ser humano tener el derecho de decir y ser respetado por lo que expresa y piensa, pero.... ¿seremos capaces de tener claras las ideas de como debe ser la salud para nuestro pueblo, la educación y otras condiciones de prioridad cuando llegue el momento de "los cambios"?

Muchos italianos, que se creen conocedores de la problemática cubana más que nosotros mismos los cubanos, piensan que el destino de Cuba, sin la Revolución Cubana, será el mismo de Europa del Este, una experiencia que nos toca muy de cerca con la cantidad de inmigrantes que arriban a Italia de esos países. Para muchos de ellos ha sido desastroso, pero Cuba, un país donde se habla la misma lengua de San Antonio a Maisí, donde la religión es una: la católica y su derivación el sincretismo religioso, un pueblo que ha sobrevivido a todas las eventualidades y desgracias sobre todo por su gran ingenio y la solidaridad entre su gente, claro que está el “casa-solo” pero por lo general somos espontáneos y con ganas de ayudar al prójimo, me resisto a pensar que no seremos capaces de poner en pie una democracia donde estas cosas no sean priorizadas y donde cada cubano tenga el beneficio de la salud, la educación y el derecho a un mínimo de una vida digna.

Aunque he vivido más de medio siglo y soy de la generación que muchos llaman “perdida”y otros opinan que llegamos muy pequeños al proceso de la Revolución Cubana y que seremos ya demasiados viejos para la democracia, cosa que no creo, pues hemos crecido, aprendido y acumulado experiencia que podrán ser útiles en un futuro a quienes nos quieran escuchar, la solución a la problemática cubana tan contradictoria en su esencia se debe afrontar sin los rencores y los sinsabores que llevamos dentro, los cubanos en la isla (quiero revocar la opinión de quienes creen que no están en grado de llevar a cabo semejante empresa) y los que vivimos en cualquier lugar de la tierra unidos en la buena voluntad de revivir un país que se ahoga en la más profunda crisis.

Nunca he leído nada de los programas que tengo entendido ya existen para cuando llegue el momento de la reconstrucción del país, sé que muchos en el exilio tienen aspiraciones políticas y planes futuros para no sé cuantos "cargos", no lo veo mal “guerra avisada no mata soldados” pero sí quisiera apelar al juicio de todos los que dentro y fuera de Cuba tendrán el protagonismo de este momento y recordarles que La Patria "es ara y no pedestal”


1 commento:

  1. Mi querida amiga,
    Que bello articulo has escrito, como todos los tuyos - y como me toca mas cerca que a nadie- te vuelvo a dar las gracias por tu amistad incondicional de tantos años y por tu gran ayuda a la mejoria de mi bambino!

    Como dijo el filosofo Epicuro "La ayuda de nuestros amigos no es lo mas importante, sino la confianza de saber que ellos siempre nos ayudaran"

    TI VOGLIO BENE, BACIONE , vikoka

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