(Por Nury Arcia)
"Gracias a todos, todavía cuatro años juntos" declaró Barack Obama formalizando así el resultado de las elecciones con algunos mensajes en Twitter. El presidente demócrata continúa su mandato en la Casa Blanca después de derrotar a su rival republicano Mitt Romney de forma clara e inequívoca, a pesar de un clima general poco favorable consecuencia de la débil economía estadounidense que ha proporcionado una oportunidad significativa para el retador republicano.
La victoria de Obama se ha obtenido gracias a las minorías étnicas; cuatro años atrás los afros-americanos se movilizaron ante la ocasión histórica de elegir por primera vez un presidente negro, sin embargo fueron los hispanos, los asiáticos americanos y los hijos jóvenes de la gran ola migratoria de los años ochenta y noventa quienes le dieron una ventaja competitiva necesaria para su victoria.
Los Estados Unidos es un país muy diferente al de años atrás, las nuevas generaciones están claramente al lado del sector político progresista estadounidense. Los hijos de inmigrantes y del "melting pot" de EE.UU (expresión que se utiliza para indicar la amalgama, en una sociedad, de muchos elementos diferentes: étnico, religioso y cultural) han honrado una vez más a su representante más autorizado, el hijo de un emigrante Keniano.
La victoria de Obama se ha obtenido gracias a las minorías étnicas; cuatro años atrás los afros-americanos se movilizaron ante la ocasión histórica de elegir por primera vez un presidente negro, sin embargo fueron los hispanos, los asiáticos americanos y los hijos jóvenes de la gran ola migratoria de los años ochenta y noventa quienes le dieron una ventaja competitiva necesaria para su victoria.
Los Estados Unidos es un país muy diferente al de años atrás, las nuevas generaciones están claramente al lado del sector político progresista estadounidense. Los hijos de inmigrantes y del "melting pot" de EE.UU (expresión que se utiliza para indicar la amalgama, en una sociedad, de muchos elementos diferentes: étnico, religioso y cultural) han honrado una vez más a su representante más autorizado, el hijo de un emigrante Keniano.
Ahora el mayor reto del presidente americano como estadista y hombre de estado es ser en grado, en la era de la polarización, de unir una nación dividida y lacerada por la crisis y la desocupación, aunque como el mismo Obama anunciara: "...el camino ha sido largo y difícil. Pero también sabemos que lo mejor está aún por venir..."
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