(Por Nury Arcia)
Con la presentación en Miami, Florida , de la reconocida orquesta cubana Los Van Van se puso a prueba y en efervescencia , nuevamente, el exilio cubano. Se dividen las opiniones e inician los "encontronazos" y esta vez por las giras artísticas en los Estados Unidos de cantantes y músicos cubanos que viven en la isla caribeña y que el pasado año realizaron diversos conciertos en el territorio estadounidense. Muchos exiliados opinan que estas visitas son un instrumento bien articulado de la propaganda comunista del gobierno cubano.
"La música amansa a las fieras" afirma una vieja y conocida frase, pero con el exilio cubano, señores, "non si scherza" (no se juega) y el concierto de Los Van Van se celebró bajo una fuerte vigilancia policial según un artículo publicado en El Nuevo Herald donde se destaca además que "Precedido de una polémica de mediana intensidad en contraste con otras presentaciones de artistas de Cuba en el sur de la Florida, el espectáculo mantuvo a unos 4,000 asistentes bailando en los pasillos del teatro al ritmo de las canciones que hicieron famosa a la orquesta desde "No cojas Lucha'' hasta al "Guararey de Pastorita''.
Juan Formell, director de esta orquesta, una de las más prestigiosas y conocidas en el ámbito de la música popular cubana saludó, según resalta el cotidiano, "a los cantantes cubanos residentes en Estados Unidos, Isaac Delgado y Manolín, "El Médico de la Salsa'' que se encontraban entre el público e invitó al escenario a William Sánchez, uno de los fundadores de Los Van Van que hoy dirige la orquesta del programa Sábado Gigante de la cadena Univisión."
El artículo concluye:"Vamos a hacer un puente para que la gente de La Habana venga'', cantó Manolín minutos antes de que Mayito Rivera de Los Van Van se envolviera en un bandera cubana mientras entonaba el coro de "Tengan fe'', Tengan fe'', "Los Van Van de Cuba, van a venir otra vez''.
Y como "la fe es lo último que se pierde" es el momento de creer que la división de los cubanos dentro y fuera de la isla es un proceso transitorio hacia la unidad y la buena voluntad de tiempos mejores.