Ser cubano es una filosofía de vida, no es algo que se aprende, es una cosa que se hereda, es genético, se lleva en la sangre aunque los estudiosos piensen lo contrario. Solo el que es o que conoce un cubano sabe lo que estoy diciendo. Tenemos un “comportamiento” que, más o menos, podemos decir no igual pero si casi. No importa de que estrato social somos, cual sea la raza, negra, blanca, mestiza o que algún “narra”, como le decimos a los chinos, se encuentre dentro de nuestros ancestros; ser cubano no lo condiciona si se es profesional, ni intelectual, un obrero o ama de casa lo que al final nos une es una actitud ante lo cotidiano y los acontecimientos.
Todos no sabemos bailar y eso quiero que quede bien clarito pero si “suena una lata” hasta el menos dotado se desbarata “moviendo el esqueleto”, sobre todo cuando fuera de Cuba no corres el riesgo de que te griten “¡patooón!!!!!” y nos creemos que bailamos mejor que nadie ("en casa del ciego el tuerto es rey").
Y que me dicen de los hijos de los cubanos nacidos “en el extranjero”, por eso digo que es genético; tengo un primo newyorkino, estuvo en Cuba cuando era muy pequeño, por allá por los años 60, sólo vivió en la isla tres años y medio, no creo que más. Cuando vino a visitarme aquí en Italia, le preguntaban cual era su nacionalidad, habla español, perfecto español, y muy orgulloso decía CUBANO.... el “americano” nunca se preocupó de mencionarlo. Y mi amiga “desde que eramos chiquiticas” como dice ella, mi vecina, mi vecina de siempre que vive en Miami hace más de 20 años , sus dos hijos , hijos de “un yuma” como diríamos en lenguaje popular y madre cubana , aquellos muchachos son dotados así para la música que ingresaron en una escuela de la Florida donde asisten jóvenes seleccionados por sus reconocidas vocaciones artísticas y musicales.
“La hembra” ya es graduada y actualmente es una profesional; cuando era una estudiante un profesor de danza folclórica africana después de un espectáculo conoció a mi amiga y supo de su origen, le dijo: “Señora, ahora entiendo de donde le viene toda esa gracia a su hija ” y quiero aclarar que mi vecina es "zurda de los dos pies”, nunca logré que en nuestros años juveniles aprendiera a bailar la salsa o el casino que era como le llamábamos en aquellos tiempo, fue la única de mis amigas-discípulas, modestia aparte, que no “le cogió el golpe” todo lo contrario a su hermana, pienso que en esto tiene que ver el “chino descalzo” que tiene atrás, bien pegadito en sus antepasados, pero lo que le quitó por un lado se lo dio por otro....¡Tiene unas manos de oro!.
Una cosa que un cubano no pierde nunca es el sentido del humor, logramos hacer de las desgracias “un son para bailar”y llegamos a reír hasta de nosotros mismos, decir que lo “que no hay es que morirse", que “son problemas enanos, lo importante es la salud”y otras frases por el estilo.. por eso cuando me enviaron este artículo Vivir fuera de Cuba no es jamón donde la reflexión y la risa se unen en una mezcla de cubanía busqué por Internet su autor y di con Conexión Cuba y allí encontré este simpático monólogo firmado por EL YOYO, que por supuesto NO DEJES DE LEERLO “está buenisimo”, donde relata todas las peripecias de los que nos fuimos a vivir a cualquier parte. Ahí estamos todos no importa de que parte de Cuba o que raza o nivel social o cultural provenimos, ser cubano es una filosofía de vida...por eso sólo me queda decir “Yoyo compadre te la comiste!!!......
