(Por Nury Arcia)
La verdad que era indecisa si hablaba en mi blog o no del G8 , una noticia que me ha salido hasta en la sopa y que ha estado todos estos días en las primeras planas de los periódicos y en los titulares de los noticieros televisivos y radiales de todo el mundo. Después de los trágicos acontecimientos del pasado 6 de abril cuando la tierra colapsó en Abruzzo dejando un recuerdo de muerte y destrucción que todavía de solo pensarlo se me aprieta el pecho, el gobierno italiano decide celebrar este encuentro de los ocho más potentes del mundo en la región abruzzese y el L’quila se convirtió en una ciudad blindada vértice de la atención mundial
Mi blog se anuncia como una ventana de cultura historia y actualidad....y la realidad hoy es esa, por lo que me dije quieras o no debes comentar algo sobre el asunto. Como me imaginaba, el presidente de los Estados Unidos fue la principal figura acaparando la atención de la prensa, Barack Obama siempre relajado a la vista de todos, en mangas de camisa en los momentos informales, sonriente, ha hecho pedazos la imagen que se tenía de un jefe de estado de uno de los países más poderosos de la tierra. Lo cierto es que para nosotros los cubanos parece caído del cielo, sobre todo con su posición equilibrada respecto a las restricciones de los viajes a la isla.
El “bronceado presidente”- chiste que le ha costado caro al Premier Berlusconi- y su esposa así como el resto de los jefes de estados presentes en este encuentro han recorrido la zona del desastre que no ha dejado de temblar con los llamados movimientos de asentamientos, lo que considero estratégico y muy positivo el objetivo de apuntar la atención del mundo sobre esta región dramáticamente desbastada y sensibilizar a quienes serán en grado y cuentan con recursos para dar “una mano” a la reconstrucción de la región.
“Viento en popa y a toda vela” se ha celebrado este encuentro según la opinión de la prensa nacional e internacional; el G8 ha sido un punto de encuentro entre los así llamados ocho más grandes de la tierra que en un clima de diálogo han abordado importantes temas de repercusión a nivel global. La última jornada dedicada al África y al hambre contó con la presencia de países en vía de desarrollo: Argelia, Angola, Egipto, Etiopía, Libia, Nigeria, Senegal, Sudáfrica y una delegación de la Unión Africana.
Después de tres días de encuentros y la intervención de Obama en la última jornada donde hizo referencia a su estrecho vínculo con el continente Africano (su padre es de origen Keniano), el dinero que sería destinado contra el hambre de 15.000 millones de dólares en tres años fue aumentado a 20 mil millones. Lo que no sé como se las arreglarán estos países al sur del hemisferio que no tienen la suerte de estar comprendidos en “los elegidos” del primer mundo pues la ONG Ayuda en Acción afirma que “los 20.000 millones de dólares son sólo un tercio de lo que el mundo necesita”, a este punto lo que queda por ver es el milagro de multiplicar los peces y los panes que se repartirán entre los hambrientos del planeta.
Entre otros puntos de la agenda los países reunidos acordaron, además, luchar contra la piratería en África oriental y contra el narcotráfico. La aprobación del límite de dos grados centígrados del calentamiento global fue también uno de los principales compromisos acordados en este G8.
Por otra parte, el panorama que ofrece la vieja Italia que ha auspiciado este evento de transcendencia internacional todavía transpira la atmósfera de “las broncas” electorales entre la derecha, la izquierda, el centro y cuantas posiciones políticas existen por ahí; además y entre otros acontecimientos el “Pacchetto Sicurezza” (paquete de la seguridad o algo así) hijo político del ministro del Interno Roberto Maroni aprobado por el senado este año y que como señalara Silvio Berlusconi satisfecho ha estado: “un lavoro iniziato un anno fa e che ha visto l’approvazione di diverse norme per il contrasto alla criminalità organizzata, all’immigrazione clandestina e per migliorare la sicurezza urbana”.
Estas medidas que pondrán fin a las entradas y permanencias de clandestinos en el país, principales causas de la delincuencia, la criminalidad y no sé cuantos bla, bla, bla... parecen más encaminadas a exacerbar el nacionalismo irracional y la xenofobia con su penoso resultado “pagar justos por pecadores”que regularizar una inmigración organizada, planificada y no a la desbandada, y esto ya es “harina de otro costal”.