(Texto y fotografías Nury Arcia)
Hay tradiciones que son de importancia fundamental en la vida de un país. El arte de la calle en Europa tiene un enorme potencial que especifica una identidad y reafirma una herencia cultural donde el valor de un teatro callejero, en la que todos son a la vez espectadores y actores, es un teatro con vocación social profunda lo que no implica que el mundo académico, sus representantes y las asociaciones locales que expresan el deseo de participación de los ciudadanos en la vida socio-cultural, lo tengan en cuenta en la mayoría de los casos.
(Arte circense, Terni, Italia)
Un artista de la calle, en inglés "busker", es un artista que se exhibe en lugares públicos y su intención es ofrecer un espectáculo de entretenimiento, hoy en día siempre menos frecuentes pues los grandes medios (cine, tv, radio, salas de teatro, etc) y su tecnología siempre más sofisticada relegan esta manifestación del arte popular que en antaño, cuando no existía la emisión radial y la televisión, las presentaciones artísticas en aceras, plazas y vías constituían una atracción.
Pero no solo la industria del espectáculo atenta con esta forma de arte tan antiguo como el mismo arte, algunas de las ciudades regulan a través de específicas legislaciones el trabajo de estos artistas callejeros quienes, en mucho de los casos, son obligados a obtener una licencia, en otros este permiso viene concedido después de haberse presentado a una audición, se les prohibe superar ciertos límites de volumen sonoro y extender estos eventos artísticos a ciertas horas.
En cuanto a Italia, ciertamente, la política cultural nacional para las artes de calle es casi inexistente, la falta de una legislación al respecto provoca que cada administración comunal disciplina como mejor cree estos "Performances" que va desde la prohibición absoluta hasta la aprobación de resoluciones específicas en un panorama jurídico variado e incongruente, una paradoja donde la única responsabilidad radica en la mala gestión y la ineficiencia de la política cultural.
Pero mientras tanto, la extinción del circo "clownesco" ( clon, bufón, saltimbanqui) que en Italia desciende directamente de las primeras familias nómadas del 600 y la disolución de otros patrimonios artísticos, que se transmiten de padres a hijos durante generaciones, dejan y para siempre de formar parte de una identidad nacional.
Pero mientras tanto, la extinción del circo "clownesco" ( clon, bufón, saltimbanqui) que en Italia desciende directamente de las primeras familias nómadas del 600 y la disolución de otros patrimonios artísticos, que se transmiten de padres a hijos durante generaciones, dejan y para siempre de formar parte de una identidad nacional.