martedì 12 maggio 2009

El mundo encantado de Enrique





Anochecer en mi Habana













(Por Nury Arcia)
La obra del joven pintor cubano Enrique Agramonte García es de un realismo mágico insólito, sus pinturas son, en un modo, una clara visión sorprendente de lúcida realidad que se mezcla con elementos fantásticos en un contextos por demás realista. Los orígenes del autor nacido en un pequeño pueblo marítimo conocido por Playa de Guanabo; La Habana con personajes que se confunden en el tiempo, no hay un calendario que marca una época, es la de ayer, hoy y mañana, y la Cuba contemporánea, que no se sabe como y porque sortilegio se convierte en la isla colonial y republicana, es el escenario donde se recrean, en la mayoría de sus cuadros, todos los detalles de la inspiración creativa.
Se Mece

"Admitida la imposibilidad de lograr una definición breve y exacta de cualquier movimiento artístico, digamos que el realismo mágico consiste en la introducción sin énfasis por un artista o autor objetivo con un estilo aparentemente sencillo y preciso, de un elemento inesperado y/o improbable en una obra predominantemente realista, que crea un efecto extraño o maravilloso y deja al espectador o al lector desconcertado, aturdido, o agradablemente maravillado." Y esta es la justa definición de la obra de este artista plástico, el dejarte en la perplejidad la consecuencia.

El encantado mundo de Enrique "inesperado, improbable pero no imposible" es poblado de objetos y personajes representados con un naturalismo fotográfico que con la adición de elementos extraños o paradójicos en yuxtaposición transmiten una sensación de irrealidad infundiendo a lo cotidiano algo de misterioso. Se caracteriza por una descripción meticulosa y una depurada técnica que produce una falsa sensación de profundidad, estilo que revela un inmenso talento individual de quien, haciendo uso de ciertas artimañas, logra el efecto de la perspectiva.
Versos para mi star..

Pero es la relatividad del tiempo y el retorno a ciertos valores del clasicismo en el tentativo de armonizar tradiciones y modernidad lo que hace que la obra de este pintor cubano sea por momentos difícil de encuadrar en un presente. Sus pinturas son una fuga a un pasado de historia y religión, de recuerdos y anhelos pintados a través de las vivencias del artista que toman formas en pinceladas y su significado reside, sobre todo, en los temas elegidos y en la manera en que éstos son tratados.

Premiado por diferentes instituciones cubanas y extranjeras, su obra ha sido expuesta en más de 15 muestras nacionales e internacionales; Enrique Agramonte García reside actualmente en Miami, Florida, Estados Unidos de América.



las penas y dichas, que cargo en mi jaba












El amor de Hilda se quedó en la Habana

mami,anoche te soñe en Bellomonte jugando a las casitas










Es allí donde se sienta el amor que me impacienta












Altar

















Lo ingenuo de nuestro amor, le puso nota..























                 
Hubo un tiempo que el amor arrazó con mi cordura