(Por Nury Arcia, )
Vivo en tierra santa, Spoleto fue habitada al menos en el siglo VII a.C por los Umbri, pueblos itálicos provenientes de la Italia antigua y se encuentra situado en el extremo meridional del Valle Umbria, una llanura generada en época prehistórica de un vasto lago. La pequeña ciudad ha sido edificada sobre unas bajas colinas a la falda de Monteluco montaña que alcanza los 804 metros de altura sobre el nivel del mar.
Contemplar el Valle Spoletano es una de las experiencias que todo el que visita la zona la considera inolvidable, de Perugia a Spoleto, atravesando Assisi, Spello, Montefalco, Trevi... es además un recorrido por la historia, el arte, el misticismo y también es una zona de belleza exuberante de una significación ecológica por su ambiente natural donde Monteluco se alza por milenios y donde la sacralidad lo consagró por ser la cuna de un singular movimiento eremítico. Pero fue sacra especialmente para La orden de los Franciscanos. Se cree que el primer viaje de San Francesco (San Francisco de Asís para los católicos del mundo hispano, Orula como se conoce también en Cuba y que proviene de la religión afrocubana y del sincretismo religioso) que realizara de Assisi, pequeña ciudad donde nació y que lo ha bautizado con su nombre, a este monte sacro fue alrededor de 1218.
(Eremo)
Escondido dentro del follaje, el verdor de los árboles y los olivos se encuentra el Eremo franciscano donde para llegar existen dos vías: una asfaltada y el antiguo sendero de los eremitas que parte del Ponte delle Torri, un majestuoso puente de diez arcos erigido sobre pilones de piedras construido sobre un canal de agua a donde se llega por una largo paseo panorámico que bordea la Rocca Albornoziana monumento más representativo de la ciudad de Spoleto por su posición privilegiada, un castillo circundado de una muralla que su edificación se inició en 1359 y que se convirtió en un centro importante del Estado pontificio.
(Castillo La Rocca)
Acompañados por nuestro guía Massimiliano Rapacchio, un joven spoletino licenciado en leyes, conocedor de la historia y la ecología local además de ser un gran amigo, decidimos hacer este viaje y disfrutar de la belleza y la aventura de recorrer los caminos que en un tiempo transitara este hombre seguidor de una fe que lo convirtió en un símbolo de austeridad, el recogimiento espiritual y quien fuera amante de la naturaleza y la belleza del paisaje. Una historia diferente recrea el oriche representado por el santo Francisco, Orula, la divinidad de la adivinación y la sabiduría de la religión Yoruba introducida en Cuba por los esclavos africanos y que según algunas leyendas provenientes de Nigeria cuentan que fue testimonio de la creación del mundo al igual que Obatalá.
Iniciamos nuestro viaje pasando sobre el Ponte delle Torri y nos desviamos del sendero que nos llevará a nuestro destino para visitar La Grotta di San Leonardo, gruta que se puede avistar desde el paseo que bordea el Castillo La Rocca y donde se pueden apreciar los restos decorativos de unos frescos que nos recuerda "L'Annunciazione", imagenes de carácter religioso patrimonio artístico y testimonio pictórico de una época que se encuentran en la iglesia de San Domenico, situada en la zona histórica de Spoleto.
(Ponte delle Torri )
Continuamos nuestra escalada hacia la cima entre el bosque de antiguos "lecci", árboles siempre verdes que alcanzan entre los 25 o 27 metros de altura, poblado por una variada fauna con al menos 134 especies de vertebrados de los cuales un 37 por ciento son clasificados de interés científico por sus rarezas y algunos están bajo la protección y conservación por ser considerados en vía de extinción a nivel nacional y europeo.
(Ponte delle Torri )
Continuamos nuestra escalada hacia la cima entre el bosque de antiguos "lecci", árboles siempre verdes que alcanzan entre los 25 o 27 metros de altura, poblado por una variada fauna con al menos 134 especies de vertebrados de los cuales un 37 por ciento son clasificados de interés científico por sus rarezas y algunos están bajo la protección y conservación por ser considerados en vía de extinción a nivel nacional y europeo.
(Capilla de Santa Caterina)
Casi a una hora de camino llegamos al Eremo, en 1218 Francesco obtuvo de los monjes eremitas de Monteluco la capilla de Santa Caterina. Dentro del pequeño convento se encuentra la gruta del predicador que con el tiempo se ha transformado en un discreto oratorio de reducido espacio donde en una de la paredes un antiguo crucifijo cuelga sobre el sencillo altar y en un patio interior el pozo, que según cuentan, el agua emanó milagrosamente a los continuos ruegos y rezos del santo; no lejos del Eremo está Montebibico el bosque sagrado donde actualmente las grutas donde pasaron días en la meditación religiosa San Bernardino de Siena, San Buonaventura , los beatos Paoluccio Trinci, Francesco de Pavia y Leopoldo de Gaiche, un caminador incansable quien en su larga vida de apostolado se dice fue un sanador de ánimas y de cuerpos, son visitadas por curiosos y cristianos practicantes.
(Pozzo di San Francesco)
Cansados por la fatiga, ante un bello panorama de un verde paisaje, envueltos en el silencio de la montaña aspiramos un aire libre de civilización y dentro de nuestra idiosincrasia dos culturas distantes se abrazan como el collar y el Ide de Orula, verde y amarillo, San Francesco un hombre de fe profunda venerado por el mundo cristiano quien dejó un recuerdo de amor y profunda religiosidad caminando siempre a pie, apoyado en su bastón de misionario, un ejemplo de amor fraterno hacia el prójimo, principalmente hacia el pobre y los enfermos y Orula, el adivino que a través de los años y la vejez acumuló tanta sabiduría, máximo representante de los preceptos de Ifá expresión de la Regla Lucumi y Yoruba, conocedor de nuestro pasado, presente y futuro, figuras representativas de dos religiones unidas para conciliar un fenómeno cultural y filosófico de la nación cubana.
Cansados por la fatiga, ante un bello panorama de un verde paisaje, envueltos en el silencio de la montaña aspiramos un aire libre de civilización y dentro de nuestra idiosincrasia dos culturas distantes se abrazan como el collar y el Ide de Orula, verde y amarillo, San Francesco un hombre de fe profunda venerado por el mundo cristiano quien dejó un recuerdo de amor y profunda religiosidad caminando siempre a pie, apoyado en su bastón de misionario, un ejemplo de amor fraterno hacia el prójimo, principalmente hacia el pobre y los enfermos y Orula, el adivino que a través de los años y la vejez acumuló tanta sabiduría, máximo representante de los preceptos de Ifá expresión de la Regla Lucumi y Yoruba, conocedor de nuestro pasado, presente y futuro, figuras representativas de dos religiones unidas para conciliar un fenómeno cultural y filosófico de la nación cubana.