domenica 23 dicembre 2012

Jesús de Nazaret, de la realidad al mito


Por Nury Arcia
(fotografías: Roberto González y Nury Arcia)

La historia de la  fe cristiana inicia con la natividad de Jesús un hebreo de Galilea y  a quien diera luz una joven llamada María,  esposa de José de Nazaret de oficio carpintero.  Todo podía parecer terrenal si la concepción de Jesús no hubiera sido "virginal" en el tiempo en que María era doncella y aún no había contraído nupcias con José. 


Poco se conoce de la vida de esta joven madre, los evangelios la mencionan por primera vez cuando narran los acontecimientos de la Anunciación: la aparición divina del Arcángel Gabriel y la concepción de su hijo. María era hija de Joaquín y Ana, según los evangelios apócrifos o extra-canónicos, libros escritos en los primeros siglos después de Cristo y que no fueron aceptados como parte de la Sagrada Escritura por la iglesia cristiana por ser considerados "... el resultado de una incorrecta intelección de lo que significa la palabra evangelio..."; con un estilo menos moderado que los canónicos y la abundante fantasía con que se describen los hechos que se narran, estos materiales no podían haber sido creados por la inspiración divina.

(Fresco: Adoración de los pastores de Pietro Vannucci conocido como   el Perugino, Iglesia de la Madonna delle lacrime, Trevi, Perugia, Italia)








Solo en los evangelios de Mateo (Mt 1,18-2,23) y Lucas (Lc 1,5-2,52) se pueden encontrar relatos referentes al nacimiento y la infancia de Jesús, pero las crónicas de los dos apóstoles no concuerdan en algunos detalles, según Mateo esta familia hebrea vivía en Belén, tres magos venidos del Oriente llegan a Jerusalén buscando el recién nacido, el rey de los judíos, para ofrecerle regalos y adoración, el monarca de Judea, Herodes el Grande, enterado de las noticias y preocupado por un futuro adversario ordena  La Matanza de los Inocentes. José, advertido nuevamente por el ángel que le anunciara en sueño que la maternidad de María era obra del espíritu santo, escapa a Egipto con su mujer y su hijo y no regresan a su tierra hasta que el sanguinario gobernante extranjero muere.

(Fragmento, La matanza de los Inocentes, fresco de la Capilla de los Santos Inocentes, pintado en la segunda mitad de los 500, Iglesia de San Gregorio Maggiore,spoleto, Italia.)

En el evangelio de Lucas, José y su mujer moran en la ciudad de Galilea de Nazaret. Por orden del emperador Augusto se efectuará un censo y cada quien debe regresar a su lugar de origen, el humilde José debe retornar a Belén su ciudad natal, y es en este viaje cuando nace Jesús. En este capítulo bíblico se relata además que por la ley Mosaica (Toráh) a los ocho días de su nacimiento habría sido circuncidado y a los 40, terminada la purificación de María ( las parturientas debían permanecer en sus casas 33 días en el recogimiento y la oración), fue llevado al santuario del pueblo de Israel El Templo de Jerusalén, en el Monte Moria.





(Fresco, obra de artistas de la escuela giottesca -entre el 300 y el 400-
Iglesia de S, María
, Vallo di Nera, Perugia, Umbria.)





Según la biblia, el Templo de Salomón se construyó en el siglo X a.C donde un pequeño Tabernáculo, desde los tiempos del Éxodo, era utilizado como un lugar de culto y donde se preservaban la Vara de Airon, un pan de maná dentro del Arca de la Alianza y Las tablas de la ley de Dios. Aproximadamente en el 19 a.C.  Herodes el Grande inició una completa renovación del edificio sacro. 

Lucas narra :"Sus padres iban todos los años a Jerusalén a la fiesta de la Pascua. Cuando tuvo doce años, subieron ellos como de costumbre a la fiesta y, al volverse, pasados los días, el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin saberlo sus padres.....Y sucedió que, al cabo de tres días, le encontraron en el Templo sentado en medio de los maestros, escuchándoles y preguntándoles; todos los que le oían, estaban estupefactos por su inteligencia y sus respuestas. Cuando le vieron, quedaron sorprendidos, y su madre le dijo: «Hijo, ¿por qué nos has hecho esto? Mira, tu padre y yo, angustiados, te andábamos buscando.» Él les dijo: «Y ¿por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi Padre?» Pero ellos no comprendieron la respuesta que les dio." 

En contradicción a esta narración, en los evangelios de estos dos apóstoles aparece una ascendencia genealógica  de Jesús, Mateo escribe que los orígenes de sus antepasados se remontan a Abraham mientras Lucas menciona a Adán, el primer hombre en la tierra según el Génesis, pero luego difieren, según Mateo el linaje desciende de Salomón mientras Lucas lo hace descendente de Natam otro hijo de David, lo que demuestra, en ambas ramas,  el linaje de José quien en este caso no sería solo su "padre putativo".


De Jesús se desconoce cual era su aspecto, cada sociedad y época le ha dado el rostro y el cuerpo que los representaba, cada artista que ha pintado o esculpido el nazareno lo ha realizado a su "imagen y semejanza" a tal punto que en muchos de los frescos, cuadros y esculturas donde se  semblanza su vida aparece un Jesús de piel pálida con ojos de un azul celestial, porque el hebreo, el hombre, es un enigma que se separa del Mesías anunciado por los profetas, del inmaculado que en un lugar remoto del Imperio Romano proclamando un mensaje de paz, sacia el hambre, cura los enfermos y resucita los muertos. 


El Cristianismo era una comunidad fuertemente motivada que establecía una interacción personal con Jesús y reglas que regulan la vida diaria. Otros cultos y profetas  que por aquel tiempo se proclamaban "el hijo de dios" y que rivalizaban con la  doctrina cristiana sucumbieron ante el mensaje de amor y compresión de este movimiento religioso que encuentra numerosos seguidores en la masa de pobre que poblaban el Imperio.  Los textos evangélicos con un final apocalíptico fueron escritos después de la muerte de Jesús  sobre la base de las tradiciones y las narraciones de un grupo de primeros seguidores quienes exaltaron al Cristo de la fe y dejaron de una parte al hombre de la historia; las investigaciones de los últimos decenios de arqueólogos, historiadores y paleográficos han dado pasos agigantados, otros escritos son analizados y estudiados como el Qumran (textos religiosos) libros apócrifos que dan una versión más humanizada del nazareno que como un ser de carne y hueso tuvo una vida personal y no solo religiosa.


(Fresco:María y María Magdalena a los pies de la cruz
Iglesia de S, María, Vallo di Nera, Perugia, Umbria.)


En diversos textos gnósticos como en el Evangelio de Felipe se dice : "Jesús besaba en la boca a María Magdalena" y de esta narración surge la hipótesis que Jesús había esposado o tenía una relación amorosa con esta discípula originaria de un pequeño poblado a la orilla del Lago de Tiberíade. En los Canónicos se describe como una "seguidora cercana " del Mesías y a parte de María, la madre , es la mujer más mencionada en los pasajes bíblicos siendo testigo del nefasto momento de la  crucifixión y  las "buenas nuevas" de la resurrección, aunque lo cierto es que  no existe en estos evangelios ni en los apócrifos la confirmación de que  fuera su cónyuge. La figura de María Magdalena tan mal interpretada hasta el punto de ser cambiada por otra mujer, la pecadora adultera que Jesús salva de la lapidación, tergiversa el importante rol que esta seguidora tuvo en la vida del profeta. La conjunción de estas dos figuras femeniles: la discípula y la arrepentida, aparece por primera vez en el 591 cuando el papa Gregorio Magno creó esta analogía entre los dos personajes bíblicos en sus sermones.

Otro momento verosímil de toda esta narración bíblica es el bautizo de Jesús por Juan Bautista, un carismático profeta que en las orillas del Jordan anuncia la llegada del reino del cielo y versando agua sobre las cabezas de cientos o quizás miles de seguidores purifica los fieles del pecado, un ritual que se practica aún en nuestros días y que simboliza la adhesión a la fe cristiana. 

Pero ¿cuáles son los elementos, las piezas que faltan, las marcas distintivas de un retrato verosímil del hombre que vino de Nazaret? Si no se puede escribir una biografía, si el verdadero Jesús sigue siendo un espejismo, si la figura y la historia de Jesús "se compara a  círculos concéntricos", quizás un meticuloso estudio de las fuentes: los escritos intertestamentarios no reconocidos en los cánones de las Santas Escrituras, los textos gnósticos descubiertos en 1954 en Nag Hammadi, Egipto y los apócrifos del Nuevo Testamento pondrán sobre la mesa los datos que tenemos y desvelarán al Jesús, judío entre los Judíos, al rabino que expresándose en parábolas fascina las multitudes y predica el amor de Dios para todos, se convertirá, finalmente, en el hombre que sonríe, en "el filósofo excéntrico" de tendencias liberadoras e igualitarias, el simple mortal  que amaba la vida.