Creado por la fantasía y el humor Kiko es un personaje de historietas callejeras, una leyenda popular enriquecida por la fértil imaginación de quienes describen una "celebridad" habanera fruto de la más creativa de las ficciones.
domenica 30 agosto 2009
sabato 1 agosto 2009
Chinos en Cuba
(Por Nury Arcia)
Si años atrás cuando me empeñaba en hacer bailar a mi vecina , ya he comentado algo de eso en otro post, alguien me decía que iba a ver un chino de la República Popular China "echando un pie" y bailando "tremendo" casino, no lo iba a creer. Mira que me esforcé, batallé, me desesperé y nada, aquello de mi vecina no tenía solución, yo que me creía la maestra de las maestras de la salsa y que podía enseñar a danzar hasta los muertos, con mi vecina no funcionó ni atrás ni adelante, así que me consolé pensando que la sangre asiática que corre por sus venas era su problema, claro tapar el sol con un dedo era lo conveniente y tratar de pensar que su hermana, hija de la misma madre descendiente de chino, que bailaba como un trompo era pura casualidad.
Cuando comento sobre la nacionalidad cubana y las razas que la formaron mencionando a los españoles, africanos, el golpe de gracia lo doy cuando termino la frase diciendo y.... chinos...............¿qué cosaaaa?...chinos!!!!.... sí, chinos ¿por qué?..muchos me miran como dudando de lo que digo y algunos pensarán que les estoy tomando el pelo o que lo hago por venganza con la "chinofobía" que existe en Italia. "Caballero", si los chinos en Cuba lucharon contra el colonialismo español! si los primeros culíes, como le llamaban por aquel entonces, llegaron a la isla en 1847 en el grupo de inmigrantes considerados libres y con un contrato de trabajo que estipulaba "un salario"; lo que los pobres chinos no sabían que cosa les esperaba, fueron sometidos a condiciones de trabajo similares a las de los esclavos y nosotros que cuando algo nos sale mal decimos que tenemos "un chino descalzo atrás" por lo de la mala suerte, que injusticia... la frase está trocada o parece que la inventó un español.
Pero además de todas las tintorerías y fondas chinas que se multiplicaron en la Cuba republicana instaurada en 1900, cuando se terminó la guerra entre españoles y criollos por obra y gracia de los Estados Unidos que metió "la cuchareta" en el asunto con el pretexto de la explosión del Maine, un acorazado made in USA hundido en la bahía de la Habana el 15 de febrero de 1898, la emigración china en Cuba se destacó por sus actividades militares. Según cuentan los historiadores un grupo de culíes se enroló en las filas del ejército desde la primera guerra de independencia, la llamada Guerra de los Diez Años, ¿se imaginan a esos chinos en una carga al machete?... ave María por Dios (me hago la señal de la cruz).
Dos chinos, se dice, combatieron por más de diez años consecutivos, el comandante josé Bú y el capitán José Tolón con lo que, según la Carta Fundamental escrita y firmada en 1901, podían aspirar al cargo de Presidente de la República, condición que los ponía a la par de los Generales del Ejército Libertador Máximo Gómez, Juan Ríus Rivera y Carlos Roloff.
A pesar de los pesares y lo que piensan en el viejo continente de los chinos, para los cubanos que siempre los hemos visto con buenos ojos la historia de la inmigración de los "narras" en Cuba nos confirma que se integraron a la sociedad y que además del coraje y el valor de los que lucharon por la independencia del país, no hay un texto escrito sobre el asunto que no resalte estas cualidades, fueron también un componente activo en la fundación de la nación lo que fue posible gracias a que el "caldo de cultivo" que encontraron era apropiado y la mentalidad de los criollos cubanos no puso "peros" a ninguna de las leyes que favorecieron esta inmigración. Así que los venidos de la China, aunque en menor medida que los africanos y españoles, también pusieron su condimento en el "arroz con mango" de nuestra nacionalidad y de ahí toda la gama de mulatas achinadas con ojos verdes que caminan la Isla y que hacen suspirar a cuanto hombre le pasan por delante.
No es extraño que en Cuba los descendientes de aquellos culíes y los cubanos, por ejemplo, adoren, como un fenómeno de religiosidad y una fusión de culturas y creencias, a San Fancón un santo chino que "campa por sus respetos" en el panteón Yorubá, religión conocida también como Santería o Regla de Osha-Ifa que vino junto a nuestros ancestros Africanos en los barcos negreros, porque en Cuba, como se dice, quien no tiene de Congo tiene de Carabalí.
"Ná señores"... que llegaron los primeros chinos a Cuba y allí se quedaron, continuaron a llegar atraídos por las posibilidades que le ofrecía la isla caribeña y la hospitalidad de los cubanos. Agrupados principalmente en la capital habanera en su legendario Barrio Chino se establecieron como comerciantes, se asociaron en sociedades que los mantenía unidos de "punta a rabo" del territorio y tuvieron desde farmacias, periódicos, cines, una que otra funeraria hasta un cementerio y se ganaron el protagonismo de la figura principal en muchos de esos "chistes" donde aparecen un blanco, un negro y un chino que terminan con el bocadillo ingenioso del "narra" que sale siempre airoso de la situación con una respuesta inesperada y su característico acento de cambiar las erres por la eles y que todo cuentero que se respete no puede dejar de imitar.